Cuando un trabajador decide abandonar su empleo, tanto empleadores como empleados deben tener en cuenta una serie de cuestiones cruciales relacionadas con el cálculo del finiquito y las retenciones correspondientes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Ignorar estos detalles podría derivar en problemas fiscales. A continuación, presentamos algunas pautas esenciales a tener en cuenta.
Cálculo del Finiquito: No pasarse por alto ningún detalle
En el cálculo del finiquito, se deben incluir los salarios devengados hasta el último día de la relación laboral. Esto implica no solo el salario correspondiente al mes en que se produce la finalización del contrato, sino también la parte proporcional de las pagas extras devengadas y no satisfechas. Por ejemplo, si las pagas extras se devengan anualmente y el trabajador abandona la empresa el 30 de septiembre, el finiquito deberá abarcar:
El salario de septiembre.
Además, 9/12 partes de la paga extra de Navidad de 2023 (que se comenzó a devengar en enero) y 3/12 partes de la paga extra de verano de 2024 (que se empezó a devengar en julio de 2023).
También se debe ajustar el salario correspondiente al mes de vacaciones, considerando los días devengados y no disfrutados o descontando los días de vacaciones disfrutados en exceso. Es importante recordar que, en términos legales, las vacaciones se empiezan a devengar el 1 de enero y deben disfrutarse en el mismo año, a menos que la finalización del contrato permita el pago en metálico en lugar de disfrutarlas.
Retenciones: Adecuarse al cambio en las circunstancias fiscales
Las indemnizaciones, junto con los conceptos anteriores, estarán sujetas a la retención correspondiente. Sin embargo, es fundamental entender qué tipo de retención se debe aplicar.
Un dato importante a recordar es que el tipo de retención que se utiliza en la nómina se calcula al principio del año, teniendo en cuenta la previsión de ingresos anuales de cada empleado y sus circunstancias familiares. Por lo tanto, si un trabajador deja la empresa durante el año, es necesario recalcular el tipo de retención de acuerdo con las cantidades definitivas sujetas a IRPF que ha recibido hasta ese momento.
El cese de la relación laboral implica un cambio en las cantidades anuales percibidas por el trabajador, por lo que se debe regularizar el tipo de retención en el finiquito, considerando las sumas efectivamente pagadas.
Para evitar complicaciones fiscales y garantizar un proceso de salida sin contratiempos, es esencial que tanto empleadores como empleados se mantengan al tanto de estas cuestiones cruciales al calcular el finiquito y aplicar las retenciones de IRPF correspondientes. El desconocimiento o la falta de atención a estos detalles pueden derivar en problemas con la administración tributaria, por lo que es fundamental abordarlos con precisión y cuidado.