El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, ha asegurado que la recuperación económica «está cobrando impulso en el tercer trimestre», un dinamismo que se va a mantener también en el último y que se apoya en «el empleo, el consumo y el turismo».
Durante su intervención este lunes ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, García Andrés ha dicho que esta recuperación, que ha ido «de menos a más» a lo largo del año, se va a mantener en el segundo semestre.
De esta forma, ha confirmado las previsiones de crecimiento económico del Gobierno para este año, del 6,5 %, y para el que viene, del 7 %, en las que se apoya el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022.
Este dinamismo de la economía «va a acelerarse a medida que la ejecución del plan de recuperación va afectando a la inversión pública, a la inversión privada y a las expectativas, junto con el efecto de las reformas estructurales».
García Andrés ha detallado cómo la recuperación es «particularmente intensa en el mercado de trabajo», donde la afiliación a la Seguridad Social ya ha superado los niveles previos a la pandemia y donde apenas quedan 200.000 personas en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).
Esta recuperación del empleo, ha añadido, «nos deja en muy buena posición para reducir la tasa de paro estructural y abordar las debilidades del mercado de trabajo».
Además del mercado laboral, ha apuntado al dinamismo del consumo como impulsor de la recuperación, gracias a que los consumidores comienzan a dar salida al ahorro acumulado en la pandemia, lo que se refleja en los datos del gasto con tarjeta de crédito, un 30 % superior a 2019, sobre todo en bares y restaurantes.
Mejora también el turismo, ha dicho, pese a ser «uno de los sectores más afectados por las restricciones por la pandemia», con datos en pernoctaciones hoteleras y de gasto del turismo de extranjeros que ya suponen el 73 % y el 50 % de las cifras récord contabilizadas en 2019.
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa ha explicado que, entre las medidas de apoyo a la liquidez de las empresas puestas en marcha por el Gobierno, con el programa de avales del ICO se han avalado hasta septiembre más de 1,1 millones de operaciones y movilizado 132.000 millones de euros de financiación.
«Éste», ha dicho, «es un ejemplo de respuesta ágil, contundente, de las mayores de Europa», gracias a la cooperación entre el ICO y los organismos de gestión, el sistema bancario y las empresas.
Esta financiación «ha tenido un impacto directo sobre la economía real», concentrado en las pequeñas empresas, que han protagonizado el 98 % de las operaciones avaladas, y en los sectores «que más lo han necesitado, como transporte y la hostelería, que representan el 43 % de la financiación movilizada».
Asimismo, ha recordado el programa de apoyo a la solvencia empresarial, con ayudas directas a empresas por 7.000 millones de euros para que aquellas que han sufrido un impacto mayor no arrastren un endeudamiento excesivo y problemas de solvencia.
El secretario de Estado ha comentado cómo la fuerza de la recuperación está generando tensiones en la oferta, debido a que «los precios de la energía han experimentado una fuerte subida», en la que ha influido el comportamiento de las materias primas.
«Eso se refleja en la inflación que, aunque tenga un elemento transitorio, no deja de ser un elemento de tensión en la oferta que hay que tener en cuenta para que no se filtre» hacia la fijación de precios y salarios, repercutiendo así sobre la renta disponible de las familias.
Cinco Días