El Gobierno ha planteado a la patronal y a los sindicatos ampliar de 25 a 30 años el periodo de cotización exigido para calcular la cuantía de la pensión.
En esta proposición, el Ejecutivo plantea que, en el momento de la jubilación, el trabajador pueda desechar los dos peores años de cotización.
El objetivo es que pueda mejorar la pensión suprimiendo estos 24 meses del cálculo de la prestación, según informó anoche el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Hay que recordar que este año, el citado periodo de cálculo está en 25 años.
Con la posibilidad de excluir los dos peores años de cotización de la carrera laboral, el Ministerio de la Seguridad Social quiere compensar a los trabajadores que, en los últimos años de su carrera laboral, estuvieron en el paro.
Principalmente a los afectados por expedientes de regulación de empleo durante la crisis financiera, comprendida entre 2007 y 2013. O también durante la pandemia del coronavirus, que estalló en 2020. Inclusive, ha habido trabajadores que han sufrido las dos crisis.
Sin embargo, hay que resaltar que muchos de los países de la zona del euro tienen el citado periodo de cálculo de la cuantía de la pensión por la cotización obligatoria a lo largo de toda la vida laboral.
En principio, esta es una medida que suscita el rechazo de los sindicatos. Desconfían que la pensión disminuya con la ampliación del cómputo de años cotizados, porque también entran los primeros ejercicios de la carrera del trabajador, cuando la media salarial es más baja.
Si bien, esta propuesta se haría de forma progresiva, es una de las que hizo ayer el Ministerio de la Seguridad Social a los agentes sociales en la recuperación del diálogo social sobre la reforma de las pensiones, después de la renovación de Antonio Garamendi como presidente de CEOE.
El Gobierno también propuso corregir las lagunas de cotización de los trabajadores cuya carrera de contribución a la Seguridad Social se haya podido ver afectada por tener un hijo.
Principalmente, a las mujeres que, por regla general, son las más afectadas por esta situación. Hasta ahora son más las mujeres que se han visto obligadas a dejar de trabajar y, por tanto, de cotizar, para poder atender a los hijos. O, incluso, que han tenido que optar por el trabajo a tiempo parcial, para poder hacer compatible su vida laboral con el cuidado de los hijos.
También, el Gobierno propuso anoche dar un tratamiento especial a las lagunas de cotización que hayan podido tener los trabajadores autónomos. Por ejemplo, porque han tenido que dejar su actividad en las dos crisis económicas ya citadas o por el fin del negocio debido a muchas circunstancias. Ya, durante la última pandemia, el Gobierno desplegó un abanico de ayudas y de protección al desempleo a los autónomos afectados por las crisis económicas.
Otra propuesta importante que la Seguridad Social hizo anoche a la patronal y los sindicatos es la subida de las bases máximas de cotización hasta 2050 con el índice de precios de consumo; con la inflación real. Más 1,154 puntos. La subida de las bases máximas de cotización, que afectará a los salarios más altos, será correspondida con un incremento de la pensión máxima.
Con esta disposición, el Gobierno persigue varios objetivos: el primero es aumentar la recaudación por cotizaciones sociales. Y, con ello, preparar a la Seguridad Social para la jubilación de las generaciones de la explosión de la natalidad. Por eso, a partir del próximo año, el tipo de cotización subirá un 0,6% hasta 2030.
El segundo, al subir la pensión máxima también, que en 2023 será de 3.050 euros mensuales, el Gobierno trata de incentivar la cotización de los trabajadores con mayores salarios.