El Gobierno ha aprobado un nuevo decreto que endurece el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un impuesto que se aplica a las nóminas desde 2023 para garantizar el sistema de las pensiones.
La nueva normativa, que entrará en vigor en enero de 2024, aumenta la cotización del MEI al 0,7%, desde el 0,6% actual. Esta subida será progresiva hasta alcanzar el 1,2% en 2029.
La distribución de la cotización seguirá siendo la misma, con un 60% a cargo de la empresa y un 40% a cargo del trabajador.
Este aumento supondrá una reducción del sueldo neto de los trabajadores. Para una base de cotización mediana, de unos 2.000 euros de sueldo, la subida del MEI del 0,7% supondrá una reducción de 14 euros mensuales, de los que 12 los pagará la empresa y 2 el trabajador.
El Gobierno justifica esta medida como necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, que se enfrenta a un déficit creciente debido al envejecimiento de la población.
Análisis:
La aprobación de este decreto supone un nuevo golpe para el poder adquisitivo de los trabajadores. El aumento del MEI se suma a la subida de la inflación, que ya ha erosionado el poder adquisitivo de los salarios en los últimos meses.
Esta medida también es criticada por los sindicatos, que consideran que es injusta y que recae sobre los trabajadores el peso de la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Desde el Instituto de Actuarios Españoles (IAE) alertan que la extensión del MEI, junto con la subida de cotizaciones de las bases máximas y la ampliación del período de cálculo para acceder a la pensión, suponen un riesgo cierto de empeorar el déficit del sistema.
El IAE estima que, si se mantienen estas medidas, el déficit del sistema de pensiones podría alcanzar el 15% del PIB en 2050.
Para evitar que esto ocurra, el Gobierno debería buscar otras medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema, como la reforma del sistema de pensiones para aumentar la edad de jubilación o reducir las pensiones, o ambos.
